martes, 15 de enero de 2013

Si fuera fácil

Película que encierra mucho más de lo que en principio aparenta o demuestra; una buena comedia que, más allá de las gamberradas y de las groserías delirantes, esconde un tema serio, tratado con honestidad y mucha libertad, sobre la crisis personal, matrimonial y existencial de una pareja que está entrando en la tan temida cuarentena. El feeling y la afinidad que muestran en pantalla, tanto Paul Rudd como Leslie Mann, son claves para crear escenas surrealistas, de contenido apoteósicamente cruel por su veracidad, de gran diversión, que siguen una estela que, aún con altibajos por su larga duración, mantienen con buen nivel el verdadera motivo de la misma: esa sospecha de haberse equivocado de rumbo, de no saber dónde ir o de qué hacer a partir de ahora. Con un excelente Paul Rudd, que mantiene el rumbo en todo momento y salva la situación en más de una ocasión, es un entretenimiento muy agradecido, nada forzado, una muy buena elección que hace énfasis en la incorrección y la deficiencia de unos personajes nada correctos, de gran rebeldía y desobediencia, y que quedan muy lejos de la vida perfecta del típico matrimonio americano. Divertida y gracioso por momentos, los que no lo son tanto se perdonan por el conjunto final, por el resultado oportuno y nada conclusivo que oculta está, en principio, faltona película sobre tacos e impertinencias. Disimula con gran inteligencia su mortal y corrosivo argumento. Dejemos de lado la tomadura de pelo en la traducción del título!!! 

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