miércoles, 20 de febrero de 2013

La felicidad nunca viene sola

Comedia romántica familiar, sin mucho contenido argumentativo, puro cliché que a pesar de todo, tiene sus momentos álgidos, sus momentos de noñería y remilgez pero, que en general te produce la sensación de haber visto una agradable y bonita película, que vas a olvidar nada más acabe, aunque mientra se está emitiendo te entretiene lo bastante como para no querer levantarte de la sala e irte. Lo mejor de la misma es, sin duda alguna, la afinidad que existe -y que el director ha tenido el acierto de conseguir- entre todos los actores, tanto la pareja como los niños. A parte de ese detalle, no se puede decir mucho más que, a pesar de su melosidad por turnos esporádicos, se puede ver sin tener ganas de vomitar el clasicismo de este tipo de relatos sensibleros; con todo, no deja de tener un lado ágil, divertido y bastante decente. Aprobado escaso.

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