miércoles, 22 de mayo de 2013

Objetivo: la casa blanca

En esta clase de películas, los ingredientes y las pausas a seguir son claras y sencillas, un clásico que no cambia -ni debe hacerlo-; los malos -entre ellos un traidor-, los buenos -entre ellos un héroe-, disparos a mansalva, violencia a raudales, acción rápida y efectiva, buenas peleas de contacto, sentencia firmes y rotundas, patriotismo por las orejas...Todas ellas son repetitivas, como mucho cambia el motivo del ataque, las demandas de los terroristas, algún detalle menos pero, la respuesta americana siempre es la misma , demostración de fuerza y efectividad letal ante la amenaza de nuestra gente, orgullo de la tierra donde naciste y los valores que ésta representa, valentía por nuestros hermanos, demostración de amor a la bandera bla bla bla. Por tanto, la pregunta es entretiene o aburre? Diría que más bien lo segundo. El héroe no tiene el carisma de Bruce Willis en sus mejores tiempos -hubiera bordado este papel-, ni su nunca-entendida ironía ni sus efectivas y desesperadas ideas de la gran "Jungla de cristal"; tampoco tiene la osada estupidez y simpatía de Will Smith en "Independe day", con lo cual sólo consigue ser entretenida por momentos. Gerard Butler no es ninguno de ellos y aunque salva la papeleta de forma más o menos efectiva, la película no le acompaña al mismo ritmo. No pongo en duda la adrenalina de las escenas de acción, el subidón de las peleas de contacto pero no puede evitar dejar un aroma de película de serie b cuya exigencia cinéfila es más bien poca. De modo que coge tus palomitas, disfruta de los momentos álgidos y olvida los malos; el objetivo no es engañarte -sabes lo que ofrece-, no quiere que pienses, sólo debes ver y tragar. Fácil, no? 

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