jueves, 13 de junio de 2013

Las ventajas de ser un marginado

Stephen Chbosky se lo como todo él solíto!!! Encargado de la escritura del libro, de dirigir la versión llevada a la gran pantalla y el propio guión, únicamente a él se le puede achacar la falta de acierto para hacer el trasvase de la hoja escrita a la pantalla visionada. Y es que la película tiene muy poco recorrido, muy poca destreza a la hora de mostrarte los personajes y las vivencias experimentadas en su adolescencia; va demasiado rápido, dejando en el tintero explicaciones importantes y situaciones clave que te ayudan a profundizar en la historia, que te ayudan a sentirla y a crear una gran afinidad para con el protagonista. Al pasar, simplemente, por encima -incluso ni siquiera pasar- se crea una distancia insuperable, un espacio desmedido que no permite crear afinidad con el adolescente, conmoverte, angustiarte por el proceso que está viviendo, palpar su ansiedad desmesurada que le consume por dentro, sus emociones respecto a los nuevos amigos, respecto a la familia de siempre..., un fallo imperdonable pues, de un plumazo, se carga el estandarte de todo el relato, aquello que te mantiene pegado al libro para seguir las evoluciones de este chaval pero que, en el cine, no consigues deslumbrar. Sin embargo, todo el desacierto para con este personaje, no se cumple con su par de amigos, que resplandecen y brillan tanto o más que en el libro. Un acierto-desacierto que se vuelca más hacia lo segundo, creando una ganga  para adolescentes, historia barata, de gran flaqueza y poco contenido, fácilmente digerible y que no hace justicia al propio relato que este director escribió; él mismo ha perdido su propio camino!!!

No hay comentarios: