viernes, 23 de agosto de 2013

La soledad de los números primos

Dolorosa y cruel en sus eternos silencios, triste y trágica en su despiadado argumento; película italiana minimalista, de planos cortos, centrados en la expresión facial, de escaso diálogo pero mucho contenido emocional, de un gran impacto y de mayor impresión por su desgarradora y triste narración, una impresionable colisión de sucesos y sentimientos exhibidos con discontinuidad en el tiempo para mostrar una intimidad no-visible, una violencia oculta de dos seres, tanto en su niñez, adolescencia como madurez, víctimas de las circunstancias personales, del contexto familiar y de un estado introvertido llevado a límites peligrosos. La introspección y observación son la clave de este relato donde, a pesar del formato lento y pausado, logra crear mucho interés por la vida de los dos protagonistas, una vinculación muy atractiva por su dura superviviencia diaria, donde te contagias de su desesperación y melancolía y donde sientes cada golpe como propio logrando crear una afinidad esperanzadora de mejoría y merecida compensación para con ellos. La actuación de ambos es espléndida -también la de una siempre-perfecta Rossellini-, la sensibilidad en cada formato es de apreciada exquisitez y el decaimiento, languidez de la historia impresionable. No es película para todos los públicos, vas a sentir gran aflicción y pena por lo relatado. Pero va a lograr que te involucres, que sigas la historia y muestres gran interés por lo que te cuentan. Hace mucho que encuentras éso en una película? Cuando lo haces, aprecialo!!!     

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