domingo, 6 de octubre de 2013

Las brujas de zugarramurdi

Vuelve Álex de la Iglesia al ataque, recordando -aunque no mejorando- tiempos pasados más venideros y haciéndole flaco favor a la cultura aquelarre de su querida tierra vasca; la mujer como objetivo de sus embestidas, centro único del mal y latifundio a evitar en busca de la felicidad. Excepto algunas frases memorables -y pronunciadas inesperadamente para más disfrute del espectador- y el esfuerzo masivo de sus tres protagonistas -dejemos de lado el penoso papel de Carolina Bang y la no-mejor-actuación de Carmen Maura quien, a cambio, podrá consolarse con el homenaje recibido en San Sebastián- al relato le cuesta arrancar, la historia tarda lo suyo en captar al espectador pues su falta de solidez y firmeza es evidente desde el primer minuto; también es verdad que, una vez llegada la explosión de caos y desmadre que todos buscamos, locura incontrolable, estampida sin sentido, bombazo impactante seña del director, ésta -para sufrimiento del asistente- se le va completamente de las manos ofreciendo, como alternativa a no saber rematar con coherencia dicho barullo indescifrable, un final soso y apagado que ofende, violenta y sabe a poco. Sales conformado, complacido de su visionado, recordando lo bueno, obviando sus flaquezas pero..., lo haces más por añoranza a anteriores películas del susodicho director -por el cual tienes respeto- que por lo realmente ofrecido; es el problema -o las ventajas- de una dilatada carrera y las injustas -o merecidas- comparaciones a un pasado mejor elaborado.

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