jueves, 21 de noviembre de 2013

Breathe in

Una película de emociones que no consigue emocionarme; qué frustrante!!! Es de gran amargura y aflicción cuando haces una lectura espectacular de una historia que, con un comentario reflexivo y racional es impresionante pero, en la cual no logras sentir a los personajes, atrapar en tu corazón, en tu alma la variedad de sentimientos que ves desfilar. Con una sensacional e imponente actuación de Guy Pearce, sobre quien recae todo el peso del relato, y una afinidad, química entre los dos protagonistas sobrecogedora, clave de toda la tensión, seducción sin vocablos que recorre todo el film, estamos ante una somnolencia familiar despertada abruptamente por la llegada de aire fresco, una respiración lenta y pausada que inspira y expira toda una libertad de elección de quien lo tiene todo por decidir, una abanico de elecciones sin ataduras ni compromisos. Con la recreación dramática de un ambiente gris, apagado y triste -propio de una rutina instalada durante años pero no escogida-, un lento acontecer tranquilo y sosegado, un no-decir expresado magistralmente a través de ese nuevo exhalar-inhalar flamante y reciente que te permite ensoñar, temporalmente, con ese maldito y atroz "y si pudiera...", discurre todo este film que expresa, con una sensibilidad impresionante cuya variedad debería ser gratificante, una inapelable soledad impuesta sin permiso que te asfixia y ahoga cuanto más rodeado estás de tu radicado, no sabes cómo, ambiente familiar. Una última esperanza, aliento de escapar, de volver a empezar que se observa, se ve desfilar, contemplas su recorrido, previsible -todo hay que decirlo-, percibes su pronosticable desenlace, todo ello con una magnificencia admisible y presente pero..., no logras emocionarte en tu interior, no alcanzas remover tus entrañas y sufrir con los personajes!!! Más suerte para ti!!!    

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