domingo, 3 de noviembre de 2013

Vivir es fácil con los ojos cerrados

Sin duda alguna, es la mejor película de David Trueba; su mejor trabajo para un ejercicio de añoranza y melancolía, de alegría y tristeza, con una veracidad honesta e intachable, de gran ensoñación para el alma humana..., como la vida misma; del recuerdo de un pasado nuestro traído al presente con elegancia infinita. Un trabajo magnífico, con una dirección soberbia que muestra una exquisita delicadeza en cada detalle, perfección admirable que se saborea y disfruta con devoción. Difícil resaltar algo en concreto pues, todos, todos sus participantes -actores, fotografía, música, vestuario, ambientación, guión...-, cada uno en su especialidad, realizan un trabajo excelente. Historia humana, de sentimientos profundos, de buena gente, con una vitalidad emergente y donde la afinidad del espectador para con ellos es segura y absoluta. Su visionado te transporta, de manera gloriosa, a otro tiempo, a otra forma de vivir, hacer y sentir las cosas; nuestra nunca-olvidable historia exhibida con la maestría de un director que sabe lo que quiere y no pone límites a la fragilidad de un gran proyecto como éste. Sin prisas, acomódate en tu asiento y, sencillamente disfruta, déjate envolver por la atmósfera creada y deleita una de las últimas mejores películas del cine español. La calma, dulzura, relajación y sonrisa tan inesperada como sorprendente; parece increíble la fácil demostración de cómo hacer buen cine que satisfaga completamente al público asistente. Da igual tus gustos, en mayor o menor medida no podrás negar que es una buena película!!! 

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