viernes, 17 de enero de 2014

El lobo de Wall Street

Tres horas agotadoras -también muy satisfactorias- del mayor despropósito nunca visto, de desenfrenado y estrambótico sexo, de encumbrada y pura apología capitalista y de un desmadre, barbarie del uso de drogas por doquier -incluso, la primera hora y media puede llegar a ser cansina-. Extravagancia y locura extremista, libertinaje caótico y explosión imparable de locura, exceso y salvajismo del poderoso "Don Dinero"; exhibición obsesiva y continuada de una legalizada y permisiva falta de valores, de cualquier tipo de moral o ética mínima que se pueda exigir; unimaginable e impactante reflejo de una forma de vida sin control ni sentido, estallido puro de adrenalina, permanentes sobresaltos emocionales que sientes con gran repugnancia y una, nunca admitida, inexplicable atracción. Pantalla y cámara exclusivas, amén de una magnífica dirección, para un imponente Leonardo Dicaprio que luce sus mejores artes con gran inteligencia y un impresionante acierto, más un guión peculiar y excepcional por su explosivo contenido, por la demencia y excentricismo de su desarrollo y por el evidente efecto que causa en el alma del espectador; imposible visionar este film en estado neutral e inamovible pues, sin remedio ni control, altera todas tus emociones, colapsa tus pensamientos más profundos, agrede tu receptivo espíritu, ofende tu más tierna y sensible esencia, te revuelve el estómago y te coloca en inevitable pendiente de tensión y caída conforme el estallido en la evolución de la historia se va conformando. Un fabuloso trabajo, excepcional labor de equipo -dirección, interpretación, guión, acción, trama..., y todo lo que se quiera- pero cuya historia nadie te asegura te vaya a gustar; sólo es seguro que te impresionará, impactará, escandalizará y no te dejará indiferente. De modo que..., pasen y vean el mayor espectáculo del mundo, el fabuloso circo de la vida más apasionante que jamás hayan visto!!!