lunes, 21 de abril de 2014

Noé

No impresiona lo que debería, no deslumbra lo que se espera, no emociona lo prometido y eso es decirlo todo de esta película!!! Una mega superproducción de estas características, globebuster internacional debe sorprender, fascinar, entretener, dejarte con la boca abierta, los oídos impactados y los ojos asombrados, la piel de gallina y el gusto olvidado; nada de eso se cumple aquí excepto una digna y válida fotografía. A la mezcla fantasiosa de varios géneros y estilos, al derroche desproporcionado e imaginativo de los guionistas para llevar el argumento, a la intermitente e inconstante interpretación de Russel Crowe -su compañera de reparto, la bella Jennifer Connelly, se lo come en las escenas emotivas y en todas donde comparten plano-, a los limitados secundarios..., y a mucho más se una la pobre, sosa y apagada respuesta del público, y hablo de los que acuden al cine -imagina los que no!!!- ante una película comercial de enorme presupuesto sobre un relato bíblico que ha sido subestimada y sobrevalorada en grandes proporciones. A momentos grandilocuentes le siguen otros nimios y ñoños, fervientes frases bíblicas se autoenlazan con el malo de cualquier aventura de los Hobbits, a conseguidas escenas explosivas se le unen otras de calado pequeño e inferior, un desbarajuste a la carta, un drama familiar-historia de amor-película de acción-género fantástico envuelto en tonos religiosos donde, se mueve la coctelera y nos encontramos ante una bebida refrescante y atractiva pero cuyo consumo no complace tanto como el marketing de su venta; luce sólo por momentos alternos y más por colorido externo que por contenido interno.




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