viernes, 27 de junio de 2014

Un cuento francés

Un cuento es diversión, fantasía, imaginación, dejar volar tu alma, emocionar tu corazón, la hermosa captura de todos tus sentidos y el fascinante viaje al más allá, el país de nunca jamás donde todo es posible. Pido demasiado? En esta ocasión se nos relata una historia rocambolesca de personajes variopintos sin mucha conexión que no dan para mucho, que ofrecen un juego de alternancias sin apenas entusiasmo y de evolución poco atractiva y nada penetrante. Una princesa protagonista con pájaros en la cabeza, un príncipe de pega de presencia encantadora y actitud egoísta, un tartamudo caballero-andante perdido por las calles del amor, una alocada tía-hada cuyo efecto mágico no aparece por ningún lugar, un anciano rey-padre amigo del engaño y lo ajeno, una bella reina-madre adicta a la cirugía estética, un ogro deprimido que necesita cariño y comprensión y todo un peculiar y caótico elenco de buenas y reconocidas interpretaciones que conforman un paisaje difícil de catalogar. No aburre completamente pero tampoco satisface plenamente, un tiovivo entre el si y el no, la aceptación y la negación que te hace duda de tu veredicto, sentencia cálida y amable de grato porvenir o azote inquisitorial que elimina cualquier posibilidad de buena esperanza. De efecto poco revulsivo y mirada extraña rebela perplejidad de un mundo creado que se mueve entre el encanto y la seducción de la maravillosa ensoñación y la dureza y desconsuelo de una realidad que golpea y hiere profundamente. Bailarás al son de estas dos melodías, la rítmica y bailable-la cauta y apagada, preventiva prudencia a la hora de juzgar pues un lado te enamora-el otro te sobre, de uno quieres más-del otro deseas restar, una noria de altibajos emocionales cuyo rechazo no es definitivo pero tampoco seguro su abrazo, conformismo de una novedad ingeniosa poco plena que disfruta con el despiste, la anonadada sensación de verlo todo y apenas recordar nada. Contundente caos cognitivo que te permite alabar la ocurrente parte del trabajo ofrecido y, al mismo tiempo, despreciar la desencantada visión de una combinación tan mareante, dispar e intrépida.




No hay comentarios: