martes, 29 de julio de 2014

El amanecer del planeta de los simios

No voy a hablar de "El origen del planeta de los simios" ni a hacer comparaciones sobre su evolución respecto a ésta segunda entrega.
La historia la conocemos todos, sabemos cómo empieza, cómo sigue y cómo acaba y, la verdad, no soy una fan devota de esta saga.
Mi opinión, en este sentido, será más lejana y estará menos condicionada que la de los ardientes seguidores cuya involucración y ansiada espera les lleva a una lectura más intensa y a una exigencia más alta.
Por tanto, centrándonos en esta película en exclusiva, blockbuster de entretenimiento de masas y diversión prometida, se ha de admitir que cumple fielmente sus requisitos, con gran altura y agradecida dignidad.
Excepto los últimos 40 minutos donde sufres una leve pérdida y desconexión temporal por exceso de receptividad y duración, durante toda su proyección mantiene de manera excelente el tipo, te envuelve en su aventura y te hace disfrutar como un niño con zapatos nuevos.
Es verdad que el representante humano no está al nivel del líder de los simios, el imponente y sensible-impresionante y sentido César -interpretado maravillosamente por un magnífico Andy Serkis que demuestra, una vez más, su gran arte y su espléndido saber hacer- y que se centra más en el aspecto sensible, afectivo, de liderazgo, de familia, estima y confianza que en una explosión continúa de fuerza y lucha.
Tienes tu dosis oportuna de dichas escenas, impactante agresividad, alta violencia, estallidos de adrenalina y potencia deseada etc.etc.etc, pero no son el enfoque principal, su objetivo más claro es presentar esa emoción, sensibilidad y honor de vivir conforme unos ideales y la serenidad, esfuerzo y obligación de transmitir esa cultura y esa actitud a tus descendientes y a tu pueblo.
Mensajes nada sorprendentes en este tipo de sagas fantásticas y relatos de ficción que complacen tu entusiasmo y amenizan tu entregado espacio-tiempo con espectaculares luces de neón, fantásticos paisajes e invenciones subliminales gracias a una buena imaginación y el recurso abusivo de unos, siempre a mano, efectos especiales que hacen realidad todas las ensoñaciones que uno pueda y quiera recrear más el porcentaje justo de acción, ternura, traición, amistad, amor, engaño, ambición..., que crean un aceptable divertimento ocasional.
Te distraes y pasas un buen rato.
¿Qué podría ser mejor? Ni lo niego ni lo dudo.
Pero no buscaba más, un simple progresa adecuadamente me valía.



No hay comentarios: