sábado, 2 de agosto de 2014

El protector (Homefront)

El guión es de Stallone que también participa en la producción por tanto, ya de entrada, sabes que el recorrido va a ser sencillo, lineal y básico, con diálogos de sentencias cortas y claras, sin complicaciones lingüísticas que mareen mucho al espectador y con una resolución accesible para cualquiera, es decir, que es muy fácil verlas venir.
Los personajes son puro cliché andante, cada uno en su punto estratégico para conducir con suavidad y lentitud a esa canica puesta en marcha que busca llegar a destino querido, esa explosión contundente y frenética de acción, golpes y adrenalina que compense la larga espera.
De secundarios tenemos a una pegada porque-ya-no-tengo-donde-caerme-muerta Winona Ryder cuyo sobrado papel es tan triste como su patoso deambular por la pantalla, a un más hábil y esforzado James Franco que intenta dar consistencia y fuerza a su personaje -dentro de los escasos límites que le permite un argumento de clase de primero para principiantes guionistas- y la siempre necesaria-deseada-querida víctima inocente que hay que proteger, defender y cuidar con la propia vida.
Un director, Gary Fleder, con un trabajo sencillo, preciso y plano, que sabe mover la cámara con soltura y habilidad en las escenas de violencia, en ese buscado y querido contacto físico que complace y gusta, en esa resolución explosiva y ruidosa, atronador final que agrada y entusiasma.
Y, por fín, nuestro héroe de cara de poker y puños de acero, eterna inexpresividad emocional y pura potencia física ya míticas e inamovibles en un Jason Statham que no engaña a nadie, que ofrece lo prometido y esperado, lo anhelado por todos aquellos fans que conozcan el historial poco diluido-muy reiterativo de este actor de acción.
Movemos la coctelera y..., ¡tachán!, ya lo tenemos, un producto de marketing comercial para un consumidor específico que sabe lo que busca al elegir esta película, acción potente y frenética, simpleza argumental, movimientos rápidos y contundentes y un apoteósico estallido final de potentes fuegos artificiales y llamativa visión espectacular.
Contentos/satisfechos/agradecidos se encuentran éstos, decepcionados/vacíos/mustios aquellos que, por error personal de elección equivocada, quisieron hallar y encontrar todo aquello que nunca se dijo, todo aquello que no aparecía en la carta menú presentación de este filme.
Cumple lo prometido con dignidad, honradez y armonía, por tanto, ¡no le busques tres pies al gato!
Es muy fácil, tan sencillo y simple como abrir el armario, escoger la chaqueta ansiada, abrir la cremallera y ponértela.
¡Quién no disfruta una película es porque no quiere!, ¡quién no consigue un rato de diversión grato y entretenimiento ameno es por torpeza propia!, incluso, ¡quién no escribe un guión y hace una película es porque no quiere ni le pone ganas!, a las pruebas me remito.






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