jueves, 7 de agosto de 2014

Odd Thomas, cazador de fantasmas

Acabo de ver una película sobre una más que posible serie juvenil que, perfectamente, podría existir con éxito más o menos calculado lo cual sería aceptable sin más si no conociera los trabajos anteriores que firma este director que me llevaron a pensar que este filme escondía más de lo percibido a simple vista. 
Porque hay demasiada distancia entre "La momia" y este chaval simpático de mucha verborrea que ve fantasmas por doquier con cierta gracia y salero y, aunque no aspiraba  a la emoción y adrenalina de la primera, tampoco quería conformarme con un producto ligero y tibio propio de sobremesa de televisión o, como mucho, carne directa de DVD.
Es entretenida y amena, ágil y divertida en términos muy acotados pero sus pretensiones son demasiado discretas y comedidas, no afianza con precisión y firmeza al protagonista -a este adolescente con habilidades múltiples que aspira a héroe juvenil de masas- y, el juego de descubrir todas las piezas para encontrar el asesino y salvar al mundo no es muy apasionante ni atractivo.
Intenta tener un mínimo de todo, diversión y humor-miedo y temor-amor y ternura-pánico y susto, una aventura diligente y tenue que quiere beber un poco de cada género pero que al final consigue un sabor de-todo-un-poco/nada-bueno-en-concreto, nada que valga la pena destacar.
No es que sea mala, no es que no entretenga ni sirva como distracción temporal, sirve perfectamente para ello, para pasar el rato y tomárselo con suavidad, soltura y benevolencia, sin demasiadas expectativas ni complicaciones argumentales pero para Stephen Sommers, un director que viene de varios blockbusters de éxito en la gran pantalla, no deja de sorprender que ofrezca este simple y menor trabajo que gusta y agrada pero parece más propio de un director novel que quiere coger experiencia.
El poco interés con el que escribo esta crítica es el mismo desinterés con el que vi la película, se escribe rápida, sencilla y con facilidad pero con gran ausencia de motivación o de querer ser perspicaz en el escrito dejado.
Se puede ver sin más, se visiona sin problemas, con agradable entonación y rítmica sintonía, otra cosa es que tanta simpleza y nimiedad, tan pocas aspiraciones te valgan y sacien tus demandas de ese momento.
Se puede hablar de un Willem Dafoe que siempre cumple, de un Anton Yelchin como nuevo cazafantasmas juvenil que se esfuerza en realizar un buen trabajo, de escenas sin descanso una detrás de otra como el AVE que pasa y no deja huella, de una fotografía urbana decente, de sonrisas amables que no llegan muy lejos en un espectador relajado y cómodo, de ninguna intensidad apreciada en cuanto a sobresaltos, misterio o enigma, etc,etc,etc..., pero la desgana se apodera de mí! 



No hay comentarios: