lunes, 9 de febrero de 2015

Las insoladas

Seis amigas en bikini de tetas operadas y culos sin grasa, que bailan en un grupo de salsa, adictas a tomar el sol en la terraza de un edificio desde las nueve de la mañana, ya con 27 grados, hasta donde aguante el cuerpo, concretamente hasta los aún 38 de las seis de la tarde y con sus máximos 41 de las dos del mediodía pues, cuanto más tórrido el astro rey, mejor para dorar ese cuerpo hermoso que tantos sacrificios les conlleva y del que tan orgullosas están, conversaciones informales de amoríos, penas, compras, engorde, bulos, divagaciones varias, hombres, terapias alternativas y sentencias magistrales de enseñanza de la más lista a su público más memo del tipo "...,el calor es comunista, el frío es capitalista", elucubraciones sobre proyectos, ideas y planes de futuro para salir de la rutina argentina de un país que no las valora pues "Acá todo el mundo hace lo que los demás, allá donde hay una fila, allá que se ponen", refugio y soporte de decepciones, alegría, conocimiento y compañerismo el día previo a nochevieja donde tienen que estar radiantes y perfectas, ilusión, banalidad, música informal, colorido, escenificación llamativa y horas muertas a rellenar con comunicación que no alcanza un alto grado de intensidad y que es cliché clásico sobre de que hablan las mujeres cuando están juntas -por lo visto aún no superado- que hará las delicias de un amplio público según se compara con los programas televisivos actuales de mayor audiencia.
Poco interior y contenido para tanta duración, escenas preparadas y dispuestas para foto de tarjeta postal, bailes de relleno, un deseado moreno de mucho sudor y gratinado al máximo de cocción para una piel cartel de presentación de su persona, alguna frase potente, otra curiosa, muchas bobas y petulantes de sonrisa no siempre conseguida y, un teatralizar la composición de un grupo cuya comodidad les otorga la habilidad y modorra de un habla desentendida y banal donde no fingir ni pretender ser ese ideal perseguido/nunca conseguido.
"El argentino es individual, o te salvás o te hundes...", objetivo: escapar a playa cubana donde olvidar todas las frustraciones, fracasos y ese círculo adictivo de bucle repetitivo en el que te mareas pero no progresas, mucho habla, cháchara y esperanza de mejoría que no logra pasar de un medio de nota discreta bastante caritativo pues nunca llega a complacencia buena, reflejo del talento standard que se mueve entre el prototipo de chicas cool de mucho físico/poco cerebro -perfil ya se creía olvidado-, continua verborrea intrasdescente que tiene momentos aceptables, otros dispuestos, otros de exceso como esos 15 minutos de más que le sobran a tan poca idea que da vueltas sobre si misma hasta conseguir morderse la cola.
Pretende una gracia, humor y enganche que no posee, no consigue crear curiosidad válida para aligerar un día pesado, ideal para verla sin atención enfocada y con descansos perceptivos sin lamento de perder un hilo que apenas se estira, una pandilla de chonis argentinas, sin tanta picaresca ni estilo como la original madrileña, que no hidrata lo suficiente para evitar leves mareos y ausencias del diálogo oferido, mucha sonrisa de cartel dentrífico, cuerpos de portada de revista, fantasía cerebral de escasa sabiduría y "..., ellas son Flor, Vale, Mar, Sol, Lala y Vicky..., con ustedes ¡Las Insoladas!".
Comedia insustancial que puede entretener más de lo pretendido si estás en la necesaria onda superficial, de venta masiva, en la imagen y papel asignado a las componentes de esta obra; si estás a millas de ellas y esperas el efecto encandilado de sorprenderte con risueña picardía y humor ocasional que permita alegrar tu ánimo y degustar un producto que tiene la pinta apetecible de divertida comidilla típica del rellano de la finca pero exarcerbada a toda potencia en las alturas de una azotea prohibida, lo siento, no da para tanto, mejor consuélate como las susodichas..., "Cuba, Cuba, quien pudiera tenerte, quien pudiera amarte..."



1 comentario:

Anónimo dijo...

La vi y es un poco tediosa, lenta, mala.

Debe ser muy argentina y entendida en la argentina.