sábado, 28 de marzo de 2015

Lovelace

Tristemente, no vas a salir con una idea completa de todo lo que pasaba y, lo oferido, no dará para saciar tu curiosidad por minúscula que ésta sea; biopic que no contenta a nadie, carente para los que ya sabían/escaso para los recién llegados.
¿A producido Linda Boreman su propia película?, ¿parte de ella la idea de realizar un filme tan comedido, moderado y adaptado a la benevolencia de su figura? porque, quien vea este filme y no sepa nada de ella, quedará con la imagen de "...,me criaron para obedecer a mi esposo, para complacerlo para bien o para mal, así que, eso fue lo que hice", muy lejos de su verdadera torrida y esperpéntica historia donde, por muchos libros que escriba y negaciones que, en su momento, realizó ¡se coge más pronto a un mentiroso que a un cojo!
Linda Lovelace, estrella del porno, protagonista mediática de éxito por su filme más famoso "Garganta profunda", pasó 17 días en la industria pornográfica que acabaron definiéndola como persona, sometida a maltratos, vejaciones y violaciones continuas de quien fue su marido y artífice de la carrera autodestructiva que la convirtió en objeto público de deseo al alcance de quien pagara.
Ahora, si quieres conocer, realmente, a la verdadera diva reluciente de este relato, tendrás que complementar dicha versión con Google, documentales o escritos que no provengan de su amoldado puño y letra para obtener información veraz, contrastada y sólida de sustento firme y no este cuento cándido, conveniente que sólo muestra una cara, no ambas, de una joven manipulada que era obligada a practicar sexo y que no llegó nunca a disfrutar de su trabajo, que no practicó zoofilia, ni renegó de lo dicho por ella misma ni se la pilló en las muchas mentiras dichas y escritas.
Un reparto espléndido, una fantástica Amanda Seyfried, natural y sobria, desaprovechada por la beatitud y condescendencia de una película que no contenta a quienes sabían de ella ni a desconocedores ingenuos, apacible, ligera, superficial, sólo muestra retazos pobres de un argumento que daba para mucho más pues, aún eligiendo la postura de víctima inocente aquí marcada, el espectador no sale con la impresión de gran escándalo, trauma sensacionalista q emociona, impresiona y deja perpleja a la mirada afectuosa de la audiencia, con tan buen material para crear escándalo perverso, provocación sin freno, frenesí hipnótico, descontrol ardiente, lujuria desmadrada y un aborronar la piel e incomodar por la barbarie de una existencia de destrucción, nulidad, desdén y violencia se conforma con la liviana oferta de un plato acomodado al gusto de un vidente que, visto lo visto, saldrá con una percepción insuficiente y errónea de este verdadera personaje.
La historia la escriben los que ganan, los que viven para contarla o los que pagan y se limitan a lavar su imagen a gusto de la escurridiza verdad de la persona, Rob Epstein y Jeffrey Friedman realizan ambas torpezas en un trabajo que se olvida del descaro, atrevimiento, osadía, provocación, de la maldad, brutalidad y escondite de la olvidada vergüenza que cualquiera intuye incluso al pasar ínfimamente por ella, como en esta ocasión pues, si juntas joven católica de escasa personalidad atrapada en familia opresora de normas y corrección púdica, que se enamora y deja su hogar por agresión física de ambicioso marido sin límites e inicio y triunfo fulgurante en el mundo del sexo, por escasa que sea tu imaginación, te sale una fábula mucho más gustosa que la presente.
"¿Háblame de la persona a la que interpretas?, bien, al principio estoy cerrada como un capullo de flor pero después, gradualmente, los pétalos empiezan a abrirse y entonces acabo conociéndome por dentro y aprendo a disfrutar del sexo, es cuando me siento liberada", deficiente para narrar la auténtica locura, tortura, desmadre, caos, horror de humillación y gozo que reunía la estrella en su ser, paseo relajado e insustancial para todo lo que se cocía en su vida.
Relato exclusivo escrito a gusto parcial de la susodicha, lástima que no hicieran una investigación más concienzuda, suculenta y necesaria antes de iniciar esta narración amoldada a intereses subjetivos de quien narra su verdad obviando lo que no gusta y crea su propio "surreality"
Todo un borrar, cortar y pegar, ¿he dejado claro que es nimio lo ofrecido?, pues eso, todo un crimen sin perdón.



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