martes, 24 de marzo de 2015

Obvious child

"La mayor inspiración creativa surge en los peores momentos de la vida", consejo de un padre a su hija cuando busca consuelo y abrigo por una amargura de vida que no se mueve ni mejora.
Veinteañera monologuista, después de sincera actuación en el escenario de su vida sexual expuesta, es abandonada por su novio en los lavabos; a partir de ahí y, tras incisivo y profundo bajón anímico de opción por la bebida descontrolada, la lástima irónica para con una misma, depresión en tono de humor poco agraciado por abandono y pérdida inesperada del trabajo coge borrachera para aliviar penas, alentada por fieles amigos, donde conoce a desconocido amable y encantador que servirá como clavo que quita otra clavo sólo que, esa estupidez irresponsable de una noche loca de desmadre y juerga, traerá las consecuencias de un embarazo inesperado y la consiguiente reacción de la titular sobre su caótico, torpe y burdo proceder.
¿Seguirá siendo insensata o, veremos un cambio de actitud y algo de cordura, responsabilidad y juicio en esta mujer que se comporta como niña caprichosa a quien le han quitado su piruleta y se va con el primero que le ofrece una?
Fantástica, natural, espontánea Jenny Slate en el retrato del actuar, sentir y vivir de un prototipo abundante en nuestra sociedad, jóvenes que sobreviven a duras penas, con muchas ilusiones y esperanzas pero una situación laboral, social, económica y emocional que les corta las alas y los arrincona a un círculo corrosivo y dañino para el alma que va devorando el coraje y fuerza del más valiente y optimista espíritu.
Es todo lo que hay, no busques ningún otro pie al gato porque, su corta duración, va al compás del escaso material que exhibe; excesivo halago de infructuoso sabor por mucha veracidad que muestre el relato, escasa inspiración/apenas adrenalina para esta bailoteo fantasma de cachondeo y locura sin perspectiva que no mira más allá de su propio ombligo y absurdo andar desfalleciente.
La publicidad engañosa es sancionada...,¿no debería serlo la venta ficticia de una grandeza hilarante, espléndida sinceridad de realidad existencial de hoy en día que hará la delicia de los espectadores, diversión inteligente de humor agudo en un guión explosivo que, visto lo visto, fue un tren que cogió quien escribió tanta grandilocuencia pero, que pasó de largo para el resto de la mayoría?
Porque donde unos ven gracia, sabiduría y arte, otros se quedan mirando, a verlas venir y esperando una gratitud y complacencia que sólo llega en el tramo final donde la apetencia y estímulo hacen aparición y son capaces de compensar a un interés, hasta el momento, en la cuerda floja por falta de motivación y atención ante un caminar que sí, un aplauso por el realismo y acierto para reflejar la existencia actual frenética, dura y atropellada de una parte de los jóvenes de la sociedad -me repito, lo se, pero es que ¡la aturdida protagonista lo hace sin parar!- pero que, aburre y cansa moverse en esta telaraña autodestructiva de vivir sin pensar y actuar sin medir las consecuencias.
¿Qué el novio te deja por tu mejor amiga?, a emborracharse; ¿qué pierdes el trabajo?, a emborracharse; ¿qué estoy triste y deprimida?, a emborracharse; ¿qué no se qué hacer con mi vida?, a emborracharse y, completas este cansino y perezoso observar teniendo sexo, sin protección, con el primer extraño que te saluda, hace caso y te invita a una copa; es decir, sábado noche de cualquier discoteca llevado a la gran pantalla y, si no se aguanta dicha inmadurez en vivo y directo ¡no te digo ya en imágenes!
La pretendida comicidad brilla por su ausencia y el mérito de lo narrado es exclusivamente reflexivo, de una razón que aprueba la lectura correcta del presente pero que no siente ganas de acompañar en la aventura, se aprecia el consciente trabajo realizado aunque, sensitivamente, no sea agraciado con el don de la curiosidad y ánimo por ella, no ofrece muchas alegrías este subidón alcohólico de ruina andante que logra encontrar la digna, cómoda y disfrutada madurez después de un montón de estúpidas chiquilladas pues, saborear tan sólo 10 minutos de amor, ternura y coherencia que, por fin tienen el beneplácito de entrar en escena, de 86 es divertirse un rato a las 7 de la mañana después de soportar y sufrir toda la noche ya que, ¡por los pelos no te has ido a dormir a casa!
"La mejor noche de mi vida fue en la universidad, cuando después de una temporada de locura, de un no parar y salir todas las noches a la aventura, exceso de beber, chicas y lo que surgiera, una noche, pensando y recapacitando, agotado que no podía con mi cuerpo ni alma les dije a mis amigos, salir vosotros que yo me quedo y, elegí quedarme en casa y dormir porque..., ¡tenía sueño!" Javier Cansado de Faemino y Cansado; sencillo, inteligente y claro.
Inmadura, atolondrada y obvia niña, ¡ya es hora que crezcas!



No hay comentarios: