jueves, 17 de septiembre de 2015

Cuatro fantásticos

Cuatro jóvenes inadaptados se teletransportan a un peligroso universo alternativo, lo que les confiere extraños poderes. Cuando sus vidas cambian de forma drástica e irremediable, deben aprender a controlar sus nuevas habilidades y trabajar en equipo para salvar al mundo de un viejo conocido que ahora se ha convertido en un temible enemigo. Adaptación contemporánea del equipo de superhéroes de Marvel.



Se centra en el desarrollo de los personajes, de dónde vienen y cómo adquieren sus poderes, su relación de amistad y adaptación a las circunstancias; ¿interesante?, ¡hasta cierto punto!, puede valer en cierto sentido pero, como inexperta en el mundo del cómic, que simplemente acude a ver un blockbuster de ciencia ficción, de acción, de seres con ultra poderes que alucinas con lo que son capaces de hacer en un minuto, la explicación resulta amena y curiosa pero..., deja cierto sabor amargo y pobre por no poseer la cinta más espacio para la diversión y el entretenimiento ¡fantástico!, que tanto se esperaba y, realmente se echa, en abundancia, ¡de menos!
La han realizado más humana, más sensible, cercana a la sentida emotividad de quien sufre un percance horrible que cambiará su vida para siempre, intento de marcar la diferencia respecto a gemelas filmográficas previas, más hincapié en la sorpresa, tortura y deslumbramiento de asimilar lo sucedido y vivir con ello, tesitura de si arreglar lo estropeado o sacar partido del estropicio y, aunque se aprecia y consume con ganas -libieza de espíritu poco satisfecho-, tú ibas más con ansia de verles manejar sus célebres aptitudes al antojo que dicte el momento y las extremas circunstancias, bromas y risas, enfrentamiento y jaleos propios de colegas que se quieren y aborrecen por tiempos, suculencia mínima de una familia avenida que, de cuando en cuando, se pilla algún cabreo para, finalmente, pasar al abrazo.
Su fuerza y poder residen en la narrativa, no en el espectáculo visual, únicamente hacia su final surge el esperado y apetecible manjar de lucha contra el mal proveniente éste de un amigo perdido, ya nunca más reconocido, leyenda en forma de reseña de cómo fueron las cosas para acabar donde la anterior versión osaba empezar su relato.
En cuanto a recreo y pasatiempo no logra altas cuotas, te vale pero con cierto aire de conformismo involuntario pues ¡esto es lo que hay!, poca imaginación/menos esfuerzo/mucha chiquillada; unas partes se salvan, otras se atraviesa por ellas sin más, no te vuelves loco de entusiasmo, no sacia con plenitud tus sentidos ni desborda tus emociones artísticas al límite, más bien se encuentran en parada cardíaca  por falta de nutrientes, comedida en su impresión, ligera en cuanto al recuerdo que deja, no supera -ni creo que fuera su voluntad- a su antecedente.
Atractivo moderado que no explota todos sus alicientes, una cerveza sin alcohol que no sube la tensión, que no abastece lo requerido ni satisface como debiera, coca-cola light de pocas calorías ¡que no engorda!, pero donde quedas con hambre pues tampoco tiene ¡proteínas ni sabor!, calcomanía de un hermano superior y más revulsivo cuya muestra infantil ofrecida da para pasar el rato, pero también para padecer una inesperada decepción pues estás tan tranquila y relajada, cómoda y ausente que, aburrida empiezas a hacer memoria y comparar personajes, actores intérpretes y hazañas y, segura es la apuesta que afirma que ¡ganan todas menos ésta!
Hombre elástico, mujer invisible, antorcha humana y la mole, ¡en qué poca consideración se os ha plasmado y dibujado!, ¡qué nimia riqueza para tanta adrenalina y potencia que corre por vuestras venas!, una querella interponía yo contra Josh Trank por creer, durante un segundo -y mira que ¡la película dura 100 minutos!- que esto gustaría y apetecería al espectador medio, que ¡estaría a la altura de vuestra valoración y autoestima!
Juntaos los cuatro y hacerle un buen popurrí expresivo de lo que es tener talento y no desperdiciarlo pues, queda claro que el susodicho sólo pretendía cumplir con las justas exigencias, cobrar y no dejar rastro ni huella.
Los inicios y el por qué de una historia son importantes pero ¡con más ganas, hombre!, emoción y un toque de aventura magnífica que fantástico es sinónimo de fabuloso, soberbio, espléndido y maravilloso y, aquí sólo aciertas en que ¡son cuatro!
Lo peor que se puede decir de una película es que pasa rápidamente al olvido y ésta ¡lo hace con destreza!, si añadimos que debía ser esparcimiento ocioso ¡de fábula!, el adjetivo fantástico queda totalmente fracasado y anulado, fuera de cobertura.
Ya veremos la próxima, porque ¡la habrá! ¿verdad?
Esto de los súper héroes parece interminable y ¡ya, excesivamente reiterativo!, si al menos sacaran nuevos personajes en ves de repetir los ¡mil-veces-vistos!
Se demanda innovar, se solicita ¡¡¡originalidad!!!



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