miércoles, 21 de octubre de 2015

Spooks

Un antiguo agente del MI5 (Harington) tiene que investigar la misteriosa desaparición de un terrorista durante una operación aparentemente rutinaria, y lo que seguro que no esperaba es que estuviera relacionada con un complot que amenaza con poner patas arriba la ciudad de Londres.



“Obediencia ciega a la antigua”, por respeto y honor a quienes, un día, por él dieron su vida.
“Puedes hacerlo bien o puedes hacerlo ¡mejor!”, y Bharat Nalluri lo hace bien, que no mejor; y he que ahí que se resume toda la película.
Correcta, elegante, sobria, buena muestra del saber hacer de la producción británica para televisión, e incido, para televisión pues a ella pertenece y en ella encaja perfectamente, realización y emisión para una caja tonta, de sesión noctura, donde complace y satisface completamente, pero donde se quedaría corta, floja y coja si fuera trasladada a su pariente mayor, la gran pantalla.
La trama no emociona, los personajes no entusiasman, únicamente cumplen, con adecuación, con su misión encomendada, con precisión, con la obligación mínima; hay golpes, tiros y persecuciones, estimada acción que tapa bastante las carencias reflexivas y profundas de un guión cuyo relato no interesa en demasía, pero tampoco importa, te vale con sus movimientos, con la rapidez de su consumo y la ligereza del recuerdo que deja, sencillo, válido y a otra cosa.
Los diálogos pretenden una exquisitez y tensión que nunca se logra, suspendida categoría altiva que indica se juega en segunda división, donde se cumple con los requisitos demandados pero sin pretender compararse con la línea del Séptimo Arte, entretiene con moderación y resuelve la papeleta, ¡no da para más!, cómoda, ideal para distensión buscada sin mucha exigencia.
Reconoces los puntos por los que pasa, todo te suena a visto tantas otras veces, familiaridad que va en su contra pues ahí es donde deja en evidencia su escasez y recesos respecto a parientes cercanos de más alto standing, al tiempo que percibes su voluntad de trabajo y esmero de cumplimiento, lo cual te hace aceptarla con gusto contento, sin ímpetu ni euforia, para la función escogida.
“Spooks”, doble identidad, serie de la BBC galardonada con varios premios Bafta, su último episodio se emitió en octubre del 2011, “The greater goods” pretende ser la continuación de la misma; para quien la conozca, mantiene su espíritu de antaño, para quien no pertenezca a dicho grupo, es obvio no posee la efectividad de Bourne o el carisma de Bond, elenco de buenos actuores para personajes que marcan pausa sin salirse un ápice de la ruta marcada, de lo previsto, amenazas, traiciones, lealtad, conspiraciones más la sobrecarga y responsabilidad de estar en juego la seguridad nacional.
De recorrido, tan fácil y asequible, como lo pensado para este escrito.




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