viernes, 26 de agosto de 2016

Escuadrón suicida

Mientras el gobierno de EE.UU no tiene claro cómo responder a una visita alienígena a la Tierra con intenciones malignas, Amanda 'El Muro' Waller, la líder de la agencia secreta A.R.G.U.S., ofrece una curiosa solución: reclutar a los villanos más crueles, con habilidades letales e incluso mágicas, para que trabajen para ellos. .


Golpe directo, de KOs a la concurrencia.

Advertida voy de que es una ruina, como siempre, ha comprobarlo en persona...,¡qué buenos amigos tengo!
¡Por todos los cómics! ¡qué mejunje estoy viendo!, aunque ¿acaso importa, visto lo visto?
Tan exagerada en su fantasmada excentricidad que provoca el efecto contrario, arrogancia y chulería arrolladora echada al cubo de la basura por pasarse de bravucón soberbio, de insolente etiqueta, sin fondo atractivo en su composición y cuerpo, el fuego de sus entrañas es de títere falso, sin crédito, un agotador engaño de efecto nulo, peor aún, de absorción patética.
Desinflado show de magia tarumba, que de tan estrafalaria y grotesca aburre y cansa; desespera toda ella, pues no es divertida ni entretenida, no hay emoción ni entusiasmo en sus actos, la acción es un inesperado desastre, la trama confusión de enredo, como pasatiempo parece que el madito tiempo ¡no pase!..., un fraude de blockbuster cuya ironía graciosa y perspicaz nunca se halla.
Sin tirón como grupo villano/sin gancho como testarudos enfrentados, idea de posible interés y apetito en imaginación y letra impresa, cuya práctica supone toda una demoledora agresión y paliza para los oídos; su poder no luce, su autónoma batería es débil y floja, artificial y numerera, espectáculo de corazón penoso y andar ruinoso cuya brujería ni hechiza ni tiene encanto, la picardía y estilo de los
malos apesta y ¡da asco!, y eso que se supone que ser el malo malote ¡mola!
Antes de llegar a la hora ya te preguntas si vale la pena acabar este mediático circo, sin digno ni merecido share de audiencia, y mucho antes ya percibes el nefasto argumento construido y el inútil fallo de unir a tanta psicodélica estrella y que resulte todo ¡tan desganado!
El lado oscuro se impone como una pesadilla en un largo mal sueño, malvado terrorismo visual para una irrecuperable ilusión, dado el elenco de actores, la seductora propuesta y la suculenta venta de su unida armonía.
Y, ¿que pasa con Viola Davis, la apodada aquí “palabra de Dios”, que siempre está de coordinadora y reguladora de conflictos con delincuentes diversos?, ¿encasillada?, ¡es para mirárselo!
Valientes agallas para los responsables de este bodrio, en concreto un David Ayer que deja -negativa- huella irrepetible en la memoria, toda la
que su cinta no logra, pues no hay sustancia para ser recopilada por el recuerdo.
Escuadrón, cuya estrategia de enfoque y ocurrencia se suicidan nada más cobrar vida, su descaro hace aguas, su filosofía escéptica se hunde, sin complicidad simpática por los personajes, su chispa y salero son una burla; has pagado la entrada y te quedarás hasta el final, en la butaca sentada,b ¡esto es todo!, mejor olvidarla, antes incluso de salir de la sala.
¡Tiro al blanco y asesinada!; que razón tenían mis amigos, ¡es una ruina!; este género empieza a estar ¡super explotado!
Al menos, después de tanta torrada maltrecha, he disfrutado brevemente de la exquisitez melódica de “Bohemiam Rhapsody” de Queen, pues las palomitas no daban para tan agónica duración..., ¡con lo poco que se conforma una!

Lo mejor; fui el día del espectador a verla.
Lo peor; ¡debo elegir sólo una cosa!
Nota 4,3


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